Franco, el censurador
Durante el Franquismo los cines españoles no emitían ninguna película en versión original. El doblaje fue para Franco un poderoso instrumento con el que podía manipular y censurar lo que no quería que la población escuchara, por lo que hoy en día, mucha gente sigue pensando que fue un invento de la dictadura franquista, algo totalmente incierto.
Auge de la profesión
Hasta mediados de siglo, la calidad del doblaje era pésima, pero, en 1952, con el surgimiento del sonido magnético, mejoró notablemente, permitiendo además más libertad a la hora de grabar ya que, si el actor se equivocaba, el error era fácil de subsanar. En los 60, llegaron las series norteamericanas a través de un gran invento, la televisión. TVE las importaba de Puerto Rico, pero no compraba el doblaje puesto que le suponía un gasto extra que no se dispuso a pagar en un principio. Sin embargo, en los años 70 se produjo el boom de teleseries como "La casa de la pradera" o "Ironside", lo cual impulsó enormemente la industria del doblaje en nuestro país.
En los años 80 nacieron algunas cadenas privadas y autonómicas, acabando así con el monopolio de TVE. Esto hizo que la demanda de actores de doblaje se disparara y con ello se empezaran a crear nuevos estudios en Galicia, Andalucía y Valencia, aunque eran Madrid y Barcelona las ciudades con más peso en el sector.
En los años 80 nacieron algunas cadenas privadas y autonómicas, acabando así con el monopolio de TVE. Esto hizo que la demanda de actores de doblaje se disparara y con ello se empezaran a crear nuevos estudios en Galicia, Andalucía y Valencia, aunque eran Madrid y Barcelona las ciudades con más peso en el sector.
Las preferimos americanas
A partir de los años 90 comenzaron a surgir críticas hacia esta industria pero, actualmente, podemos afirmar que el ponerle voz a una cara conocida es, sin duda, indispensable, debido al enorme éxito que tienen en nuestra sociedad series extranjeras, como "Lost" o "House".
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